Masterclass de Lucrecia Martel sobre Sonido en Cine
El pasado lunes 12 de noviembre de 2018, Lucrecia Martel, la directora salteña, ofreció una masterclass en el marco del 33° festival internacional de Cine de Mar del Plata.
Sencilla, audaz, inteligente, pionera, brillante y rebelde comentaba entre risas “que tu pareja te engañe puede ser un muy buen momento de aprendizaje” o “a los ataques de pánico hay que vivirlos bien". Pero ¿a qué se refiere con estas frases? Es que, según ella, ese tipo de situaciones caóticas son las que logran sacarnos del adormecimiento y de nuestra zona de confort.
Gracias a lo inesperado nos volvemos seres con cuestiones sin resolver, con inseguridades; nos transformamos en una especie de espectadores activos: alertas, transitando un territorio desconocido, al que tratamos de descifrar.
El humor de Martel hace que en el ambiente haya una atmósfera relajada, con aire liviano y distendido. Ese aire que ella conoce muy bien y tiene tan presente en su vida y en sus películas, el que contiene a cada universo que ella crea.
Ella se pregunta al mismo tiempo que nos invita a reflexionar: “¿cómo es posible que el sonido siendo lo táctil para el espectador ya que lo envuelve en la sala, le demos los cineastas y estudiantes de cine tan poca bola?” Y esta desvalorización de la materia sonora se evidencia en la gran cantidad de bibliografía especializada sobre imagen, luz, visión, fotografía que sobrepasa a la dedicada al sonido en el cine.
Lucrecia comparte con sus oyentes una vez más sus bases para pensar al cine: “a mí me sirve organizar la narrativa a partir del sonido”. Es este espacio, a veces inadvertido por otros, el que ella tiene presente y ve con total claridad. En él se mueve como pez en el agua. Para Martel, el sonido es aquello que debemos quebrar y no sumar como testigo de la verdad que le atribuimos a la imagen y a la luz. De esta manera romperíamos con la naturalización de la realidad y trascenderíamos la domesticación que nos limita.
Por lo tanto, el universo sonoro debe poner en duda la efectividad de las imágenes. “La realidad es una construcción a la cual no todos nos podemos acoplar fácilmente”. Y si sentimos esta inadecuación es, según Lucrecia, cuando la magia sucede: cuando haya una falla en ese sistema. Y esta nos toca vivirla en soledad.
Toda persona experimenta esto en algún momento a pesar de tener más facilidad con la construcción de realidad. Para que lo anterior suceda, precisamos desarrollar una mirada aguda y extrañada, rescatando la sospecha ante lo que rápidamente se impone o se vuelve de consumo masivo.
Desde su lugar de cineasta, propone que, en lugar de confirmar, es mejor desconfiar. E invita al espectador a que ponga estos sistemas en dudas para desacomodar lo que nos doméstica.
Lucrecia es una artesana del presente en cada uno de sus films, fiel a su percepción, dadora de vida a personajes los cuales al hablar resuenan en otros. Ella, una visionaria que ha creado un sistema narrativo que le es propio, funciona a la hora de dirigir a sus actrices y actores. Martel, que ve cada uno de sus films como algo heterogéneo pero contenido dentro de un espacio-tiempo en el que todo se sumerge, sabe cómo manejar sus herramientas sonoras para que el espectador termine también inmerso en su universo único.
✏ Valeria Medina, para @sentidocine
Sencilla, audaz, inteligente, pionera, brillante y rebelde comentaba entre risas “que tu pareja te engañe puede ser un muy buen momento de aprendizaje” o “a los ataques de pánico hay que vivirlos bien". Pero ¿a qué se refiere con estas frases? Es que, según ella, ese tipo de situaciones caóticas son las que logran sacarnos del adormecimiento y de nuestra zona de confort.
Gracias a lo inesperado nos volvemos seres con cuestiones sin resolver, con inseguridades; nos transformamos en una especie de espectadores activos: alertas, transitando un territorio desconocido, al que tratamos de descifrar.
El humor de Martel hace que en el ambiente haya una atmósfera relajada, con aire liviano y distendido. Ese aire que ella conoce muy bien y tiene tan presente en su vida y en sus películas, el que contiene a cada universo que ella crea.
Ella se pregunta al mismo tiempo que nos invita a reflexionar: “¿cómo es posible que el sonido siendo lo táctil para el espectador ya que lo envuelve en la sala, le demos los cineastas y estudiantes de cine tan poca bola?” Y esta desvalorización de la materia sonora se evidencia en la gran cantidad de bibliografía especializada sobre imagen, luz, visión, fotografía que sobrepasa a la dedicada al sonido en el cine.
Lucrecia comparte con sus oyentes una vez más sus bases para pensar al cine: “a mí me sirve organizar la narrativa a partir del sonido”. Es este espacio, a veces inadvertido por otros, el que ella tiene presente y ve con total claridad. En él se mueve como pez en el agua. Para Martel, el sonido es aquello que debemos quebrar y no sumar como testigo de la verdad que le atribuimos a la imagen y a la luz. De esta manera romperíamos con la naturalización de la realidad y trascenderíamos la domesticación que nos limita.
Por lo tanto, el universo sonoro debe poner en duda la efectividad de las imágenes. “La realidad es una construcción a la cual no todos nos podemos acoplar fácilmente”. Y si sentimos esta inadecuación es, según Lucrecia, cuando la magia sucede: cuando haya una falla en ese sistema. Y esta nos toca vivirla en soledad.
Toda persona experimenta esto en algún momento a pesar de tener más facilidad con la construcción de realidad. Para que lo anterior suceda, precisamos desarrollar una mirada aguda y extrañada, rescatando la sospecha ante lo que rápidamente se impone o se vuelve de consumo masivo.
Desde su lugar de cineasta, propone que, en lugar de confirmar, es mejor desconfiar. E invita al espectador a que ponga estos sistemas en dudas para desacomodar lo que nos doméstica.
Lucrecia es una artesana del presente en cada uno de sus films, fiel a su percepción, dadora de vida a personajes los cuales al hablar resuenan en otros. Ella, una visionaria que ha creado un sistema narrativo que le es propio, funciona a la hora de dirigir a sus actrices y actores. Martel, que ve cada uno de sus films como algo heterogéneo pero contenido dentro de un espacio-tiempo en el que todo se sumerge, sabe cómo manejar sus herramientas sonoras para que el espectador termine también inmerso en su universo único.
✏ Valeria Medina, para @sentidocine
